Estos primeros seis meses del año hemos estado bastante viajeros.
Primero hicimos una escapada por el Estado de Nueva York aprovechando el Martin Luther King's Weekend. Esta fiesta se celebra durante el mes de enero, con lo que suele hacer un frío de narices. Este año, como el invierno estaba siendo suave, pensamos que sería una buena oportunidad para salir "a la sierra". Obviamente, resultó ser el fin de semana más frío del invierno, uno de esos en el que ni los esquimales salen del iglú. Nosotros, salimos del coche lo justo, aunque había momentos en los que el termómetro marcaba por debajo de 10F (-12C).
Nuestro primer objetivo fueron los Catskills, una región montañosa de bonitas colinas, bosques y riachuelos, popularizada por Washington Irving en su relato Rip Van Winkle, la historia de un granjero de los Catskills que desaparece misteriosamente y que cuando vuelve a su pueblo han pasado muchos años -incluyendo la independencia de EEUU. Nos alojamos cerca de Saugerties, a los pies de los Catskills, pero lamentablemente no en el estupendo faro donde tienen montado un bed and breakfast (foto). El paseíllo por el faro y sus terrenos fue helador, pues a las bajas temperaturas se le unió la brisilla cortante de un Hudson medio helado.
De regreso a Nueva York, pasamos por el Lago Minnewaska, cuyas aguas siempre se congelan durante el invierno. De hecho, como este año había nevado tan poco, tuvimos la suerte de ver la superficie del lago congelada, pero sin nieve encima. Muy, muy bonito.
Un mes más tarde, aprovechando la reunión anual de los biofísicos, nos marcharíamos a San Diego. ¡Pronto contaremos nuestras aventuras!
