lunes, 5 de mayo de 2008

Desmitificaciones

Por todos es sabido que existen, entre el viejo y el nuevo continente, enormes diferencias. De hecho, corren al respecto en la antiguamente todopoderosa España rumores varios. De estos, a nosotros, viajantes, nos llegaron diversos, como por ejemplo, que era harto difícil encontrar por estas tierras prometidas utensilios de limpieza tales como una bayeta vileda, o similar paño absorbente, o una fregona, cuya invención enarbola con orgullo el pueblo español. Además, decíase por aquellas tierras de la vieja Hispania que la tecnología de las comunicaciones telefónicas sin cable era increíblemente barata. Que se podía conseguir, pues, un artilugio para dicha comunicación por el increíble precio de ningún dólar, o lo que es lo mismo, 0 euros, con un contrato para tales menesteres. También comentan algunos paisanos nuestros que la eficiencia en los trámites americanos es incomparablemente superior a la ibérica.

Una vez arribados a estas tierras, guardábamos estos rumores como ciertos e indiscutibles. Nos disponíamos pues a afrontar las claras desventajas del sistema de higiene americano, así como disfrutar de las claras ventajas de la comunicación inalámbrica y de la burocracia eficiente de este país de sueños y esperanzas para muchos. Increíble sorpresa fue la nuestra cuando, al pronto de entrar en la primera ferretería que hallamos, nos topamos, sin buscarlo, con una bayeta, que no vileda, pero sí convenientemente absorbente. “¡Modernizado se han los americanos, pues!” clamábamos sorprendidos, “¡qué gran suerte la nuestra!”. Y mientras saltábamos y clamábamos de júbilo por este inesperado hallazgo, vislumbramos una fregona con palo incluido. Restregamos nuestros ojos por si aquello pudiera ser un espejismo o ilusión. Sin embargo, allí se encontraba tan útil utensilio, y ni aun pellizcando nuestras carnes desaparecía de delante de nuestros ojos. Agarramos pues el artefacto (prueba ésta final de su existencia física) y salimos tan contentos de la amigable y completa ferretería (“University Housware”, para más señas).

Si tan fácil había sido encontrar estos complejos utensilios que, paresce ser, no eran tan frecuentes de encontrar, conseguir comunicación sin cables se nos presentaba como una tarea ínfima y económicamente muy rentable. Sin embargo, conseguir esta comunicación con una compañía llamada “AT & T” implicaba un depósito por nuestra parte de 500 $ por cada res (una es Jorge, otra soy yo) debido a la carencia total de crédito de que disponemos en este país. Además, el artilugio telefónico que supuestamente habíamos de conseguir por apenas ningún dólar, resultó costar (por ser nos quienes somos y por haber vendido nuestra alma y casi nuestro ADN a la correspondiente compañía) 50 dólares cada unidad (una para cada res). Se nos hacía incomprensible cómo podían acontecer estos hechos si, amigos sabedores de estas cuestiones nos habían adiestrado en lo contrario.

Finalmente, parecía ser cierto el rumor de que los trámites administrativos volaban como el viento. En la universidad llamada Columbia, la rapidez y efectividad era extrema. En cinco minutos cortos, se podía resolver cualquier menester. Así que, esperanzada, me lanzo a solventar mis cuestiones en la universidad que ha tenido a bien darme trabajo. Dicha universidad, pública, para más señas, tiene entre su plantilla diferentes individuos. Unos más amables, otros menos. Practican una variación curiosa del inglés americano, digamos que es un dialecto del conocido barrio de Harlem. Aquí todo tarda más. Eso sí, se hace con eficacia, pero cada cosa en su momento, esperando los tiempos necesarios. Lo mismo ocurre en la oficina que suministra números para la seguridad social (bien preciado que se solicita en todos los documentos), acerca de la cual se hablará largo y tendido en sucesivas comunicaciones.

Moraleja es pues de esta historia, que hay que viajar a las tierras para tener las propias vivencias. Así se podrán completar con vivencias ajenas y se tendrá un mejor conocimiento de todo lo que en estas tierras acontece.

5 comentarios:

Almu dijo...

Mis queridas resecitas

Joé, 500 napos...ahí es ná. ¿Y si hubiérais esperado a cobrar la primera nómina os habría salido mejor?. No sé , no me parece suficiente compensación el poder encontrar una fregona.

A estas alturas de la vida, el pueblo español como mucho enarbola un cubata, pero utensilios de limpieza...no lo he visto, no.

Sugerencia visual: este puente vimos a La Fura dels Baus en Cibeles montando los fusilamientos del 3 de mayo. Hasta el Jose se quedó con el móvil colgando a medio camino a la oreja. Seguro que está en el Youtube.

Me he visto todos los vídeos que ha colgado Lidia, jeje, yo tengo el de la imitación de Eugenio en el Metro. Ya veremos si lo cuelgo en mi blog u os lo paso...

Besos malignísimos....muahahahahahaha!!!

Unknown dijo...

Me lo he pasado muy bien recordándo cómo Jorge quería meter en el equipaje bayetas "Viledas". ¿Cómo era posible que no existiesen bayetas en un país tan tan tan desarrooooolado? Ya podéis limpiar con esos utensilios tan valiosos descubiertos en la Gran Manzana.
Besazos.
Martina = Rosa

Anónimo dijo...

Mea culpa lo de las bayetas. Sorry, como se dirá por allí! Y qué buen amigo Jorge, que me crees y te quieres llevar alguna para allá. Menos mal que no quisiste meter un palo fregonero en la maleta!

Me gusta mucho saber de vosostros y me da mucha envidia. Ya sabeis, id haciendo pandilla que a ver si vamos el año que viene para allá!
Muchos besos

María

Anónimo dijo...

¡¡Me encanta esa fregona!!... ¡olé, olé y olé a ese gran invento made in Spain...!

jajaja... ¡¡guapetones, ya veo que poco a poco vais encontrando vuestro huequito por ahí mientras que el agujero que habéis dejado aquí intenta taparse a base de mails y este súper blog!! (por cierto, no conocía yo esa narrativa vuestra y me está encantando... jejeje... es como estar leyendo algo tipo "Bridget Jones" pero de una parejita de martinezsorias en la gran city :P)

Por cierto, que Jose, desde que le dijiste que te proporcionaban escolta para ir a la universidad los fines de semana no hace más que ir contándolo por ahí a to's a los que le digo que quiero ir a verte... ¡¡por favor, desmitifícame también eso!!

¡os quiero un montón!

millones de blogbesos

Mónica

Lidia dijo...

Me temo que lo del escolta va a ser que no es necesario (de momento). El barrio no es tan malo. Pero que conste que en la pagina web yo le he visto:
http://www1.ccny.cuny.edu/current/subway.cfm

DESMITIFICADO pues.