martes, 20 de mayo de 2008

Para tranquilidad de nuestras madres

Antes de venirnos para aquí, la gente nos advertía de lo mal que íbamos a comer. Hay una especie de miedo colectivo entre los españoles hacia la gastronomía en lugares extranjeros, y en particular en EE.UU. En su mayoría, los ibéricos, siempre se quejan de lo mal que se come fuera de España. Y, además, cada vez que sales hacia un país no mediterráneo, te amenazan con el “allí no hay aceite de oliva” y ese es un mal insuperable, claro.

Este, en general, no ha sido un problema en ninguna de nuestras salidas de nuestro país gastronómico de origen. Ni tampoco está siendo un problema severo por aquí. Evidentemente, si se dedica uno a cebarse con comida rápida tipo hamburguesas y pizza margarita (que por cierto, Pili, es cierto, ¡qué buena está!) acaba uno en Corporación Dermoestética solicitando una reducción de estómago. Sin embargo, si se acude al supermercado y se surte uno de los bienes necesarios, pagando lo que sea menester, puede uno cocinar en casa lo que más le guste e, incluso, probar recetas nuevas.

Desde que llegamos lleva Jorge empeñado en cocinar unas lentejas. Los condimentos para este delicioso manjar no son del todo difíciles de encontrar, excepto por el chorizo que hay que añadirle a este plato, según Simone Ortega y algunas madres. Los manjares ibéricos tienen por estas tierras unos precios desorbitados. Aun así, lo que hemos encontrado no es del todo apropiado para las lentejas. Según el chef, están demasiado curados. Así que, aunque no nos hubiera importado dejarnos el sueldo que todavía no ganamos, no encontramos un chorizo adecuado para preparar las tan ansiadas lentejas.

En una de nuestras visitas a un supermercado del barrio, se queda Jorge mirando los embutidos con gesto pensativo. Finalmente se decide por uno: peperoni. ¡El chef ha decidido preparar las lentejas con peperoni! Yo me reservo mis dudas ante esta extravagancia del cocinero que cierto día preparó, llevado por el mismo ímpetu innovador, unas albóndigas de chocolate de dudoso gusto.

Ese mismo día, encontramos unas salchichas de aspecto suculento. Su origen: Italia. Y ya se sabe que los mediterráneos confraternizamos unos con otros, así que, con nosotros que se vinieron a nuestro hogar.

El sábado pasado decidimos preparar las salchichas de aspecto agradable. Digo de aspecto, ya que al probarlas nos encontramos que estaban condimentadas con anís. Éste les daba un sabor tan intenso que apenas sabían a carne. Estaban tan malas que ninguno de los dos pudimos dar cuenta de ellas. ¡Y bien es sabido que somos un par de tragaldabas! Eso sí, entre los dos, cayeron más de dos (aunque no llegaron a ser tres). Cuando Jorge las probaba, le daban un asco terrible. Pero hete tú ahí, que al mirarlas, por su agradable aspecto, le daban ganas de comérselas, olvidando el asco recién experimentado. Y así cíclicamente. Por eso no sobraron tantas como debería.

El domingo nos arriesgamos con las lentejas con peperoni. La cosa estaba emocionante. Ved vosotros mismos el resultado:


6 comentarios:

salva dijo...

Bueno, bueno, no tenían mala pinta las lentejas, no.
Y por cierto... soys una máquina haciendo montajes, no? O eso o tenéis demasiado tiempo libre...
No me dejéis de comer bien, eh? Y nunca echéis chocolate en cosas que no lo admiten.

Almu dijo...

Yo discrepo con Salva, a mí lo del salami no me acaba de convencer. Se empieza con estas concesiones y se acaba con una tortilla de jengibre hecha en manteca de cacahuete. Yo casi habría tirado por lo purista y eliminado el embutido.

Voto por los montajes cada vez más currados. Mi abuelo decía que el trabajo es sagrado: no lo toques!. Que viva el tiempo libre!!

Mimillos en los lomillos

Lidia dijo...

Pues debo decir que las lentejas estaban (y están, que aún tenemos para cenar) bastante buenas. Así que ahí queda el peperoni como posible sustituto del chorizo Revilla.

Anónimo dijo...

Yo no me quiero perder el capítulo de las "Migas a la pastora".
¿Con pan de molde, con pan de avena, o con qué?
Muy bueno el video, sobre todo si lo visionas a las nueve de la mañana hora española.... uuum,lentejicas con peperoni, uuummm ¡qué güenas!
Besos mil y mil
Zaraprima

d. dijo...

Sois sencillamente maravillosos.

Anónimo dijo...

¡Vaya cracks!

Yo en tres meses en Boston no pasé de la pasta y el arroz con pollo. Mi más profunda admiración.